Este 28 y 29 de abril comienza la despedida de Banda Conmoción.
Serán dos noches de música y alegría que anticipan la partida a una gira que los llevará lejos.
La primera de las jornadas, la del miércoles, tendrá un sentido especial pues es una actividad solidaria para reunir fondos a favor de una organización que se impone como referente de asistencia legal a los perseguidos del Chile que nos toca vivir. La más nueva organización de DD.HH. surgida en la última década, DEFENSORÍA POPULAR.
Serán dos noches de música y alegría que anticipan la partida a una gira que los llevará lejos.
La primera de las jornadas, la del miércoles, tendrá un sentido especial pues es una actividad solidaria para reunir fondos a favor de una organización que se impone como referente de asistencia legal a los perseguidos del Chile que nos toca vivir. La más nueva organización de DD.HH. surgida en la última década, DEFENSORÍA POPULAR.
El año 2008, al fragor de la lucha de los secundarios, la mediatizada “Revolución Pingüina”, un grupo de abogados y trabajadores por los derechos comienzan a coordinarse para asistir a miles de jóvenes que en esa coyuntura reivindicaron una mejor educación que es en último el soñar por un país mejor.
La respuesta inmediata de las autoridades fue la represión, cual acto reflejo de un padre castigador con los hijos rebelde. Luego vino todo lo que conocen, la mesa de dialogo y la oscuridad burocrática y legislativa. Pero en ese primer momento las detenciones se contaron por cientos y fueron estos trabajadores por los derechos los que se apersonaron en comisarías y tribunales de garantía para defender a los criminalizados por la protesta social. Nace Defensoría Popular y su idea fundante es “Por la asistencia de los luchadores sociales”.
Han pasado los años y la labor ha seguido, sumando la asistencia de estudiantes e integrantes de los colectivos autogestionados de casas ocupa, a mujeres deudoras habitacionales y sin casa, trabajadores reprimidos por fuerzas especiales mientras manifestaban sus reivindicaciones, integrantes de comunidades mapuches afectados por la aplicación de la ley antiterrorista. La lista se cuenta por miles, sujetos que desde distintas ubicaciones se han parado ente la autoridad exigiendo mejoras o transformaciones y han recibido gases lacrimógenos, palos y golpes, calabozos y controles vejatorios.
Hace un mes, los integrantes de Banda Conmoción dieron el vamos con esta actividad, en un acto de generosidad que solo los que también han sufrido la persecución pueden entender, se colocan a disposición de reunir fondos para mantener la iniciativa, recursos que no proviene del Estado que reprime, ni de organismos públicos que solo les interesa perpetuar el orden social.
Así que ya saben, el miércoles cuando paguen su entrada de $ 2.500, estarán no solo ingresando a la despedida de la Banda Conmoción, también estarán aportando a que algún luchador social reciba asistencia digna y pueda seguir exigiendo un país mejor para vivir.
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