Santiago, 8 de septiembre de 2010
Este septiembre celebramos 22 años, un tiempo que siempre nos coloca en disposición de la mirada de cada cual para significar este lugar que para miles tienen algún relato vinculado con sus biografías; la Maestra es al fin y al cabo un espacio construido de todos los pedazos de historias, un largo relato montado de noche y sabor.
En este marco iniciamos la celebración colocando como tema: “vida y muerte” vinculada a la idea de la Rumba Eterna, que es la fiesta que muerte en la madrugada para resucitar unas horas más tarde en un ciclo, esperamos, eterno.
Coincide con esta celebración un rumor, una idea que ha comenzado a recorrer los rincones donde existe algún habitante de la Maestra. Ese rumor tiene que ver con el cierre, momentáneo o definitivo, de nuestro lugar por nuevos uso del local donde funcionamos. Imaginar esta fiesta de aniversario clausurando la pista, la muerte adquiere un significado mucho más cercano y severo. Una muerte que no tiene sentido, pues la rumba está en el alma del rumbero, y la magia se hace completa en una pista de baile, una catacumba siquiera, donde realizar los ritos que dan identidad.
Lo cierto es que queremos reafirmar nuestra vocación y desmentir tajantemente cualquier iniciativa, esfuerzo, negociación y/o conversación que siquiera acerque en este tiempo a la disyuntiva de cerrar o cambiar de lugar, nuestro templo de Rumba Eterna.
No queremos ser uno más de esos fantasmas, uno de esos mitos que residen en un no-lugar y que se mira con desden, nosotros queremos seguir siendo vida presente, queremos seguir siendo eternos en esta esquina eterna que ya es permanente coordenada para miles.
Este septiembre celebramos 22 años, un tiempo que siempre nos coloca en disposición de la mirada de cada cual para significar este lugar que para miles tienen algún relato vinculado con sus biografías; la Maestra es al fin y al cabo un espacio construido de todos los pedazos de historias, un largo relato montado de noche y sabor.
En este marco iniciamos la celebración colocando como tema: “vida y muerte” vinculada a la idea de la Rumba Eterna, que es la fiesta que muerte en la madrugada para resucitar unas horas más tarde en un ciclo, esperamos, eterno.
Coincide con esta celebración un rumor, una idea que ha comenzado a recorrer los rincones donde existe algún habitante de la Maestra. Ese rumor tiene que ver con el cierre, momentáneo o definitivo, de nuestro lugar por nuevos uso del local donde funcionamos. Imaginar esta fiesta de aniversario clausurando la pista, la muerte adquiere un significado mucho más cercano y severo. Una muerte que no tiene sentido, pues la rumba está en el alma del rumbero, y la magia se hace completa en una pista de baile, una catacumba siquiera, donde realizar los ritos que dan identidad.
Lo cierto es que queremos reafirmar nuestra vocación y desmentir tajantemente cualquier iniciativa, esfuerzo, negociación y/o conversación que siquiera acerque en este tiempo a la disyuntiva de cerrar o cambiar de lugar, nuestro templo de Rumba Eterna.
No queremos ser uno más de esos fantasmas, uno de esos mitos que residen en un no-lugar y que se mira con desden, nosotros queremos seguir siendo vida presente, queremos seguir siendo eternos en esta esquina eterna que ya es permanente coordenada para miles.
RUMBEROS DEL MUNDO, UNIDOS…
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