Bus-cando América

En Maestra Vida creemos con fervor que el tema de la inmigración no debe ser una excepción en estas festividades grandilocuentes, carentes de contenidos reales… o al menos distorsionadas por el poder oficial.

La migración es un fenómeno que ha permitido a todas las comunidades crecer y enriquecer su acervo, instalándose como un aporte no como problemática, pues debe ser la sociedad la que asuma las transformaciones positivas que tiene para nuestra realidad la mirada que aportan los que llegan buscando un mejor lugar para vivir.

Este tema ha sido tocado tangencialmente en las celebraciones de esta efeméride, siempre de manera marginal pues es justamente la identidad chilena la que se ha ensalzado en cada acto o manifestación festiva, olvidando en último caso que toda nuestra historia está construida de los aportes foráneos.

Cuando nuestro territorio se remece con el llamado clamoroso del mapuche que busca el reconocimiento definitivo de su identidad, el poder oficial levanta la celebración hueca sin respetar realmente la diversidad plurinacional y multiétnica de nuestro territorio, amparándose en un patriotismo reaccionario que no hace otra cosa que denostar como exótico o folclórico todo aquello que suena a latinoamericano.

Nuestro país le debe todo a la migración, al movimiento perpetuo de los seres humanos, al poblamiento y el deseo de una mejor vida que ha impulsado desde siempre nuestra fisonomía. Proceso dinámico y silente que se destaca con el tiempo cuando el vocablo o las costumbres ya se han asimilado.

En esta ocasión queremos destacar la migración intracontinental, es decir, la que proviene de los países del continente y que ha encontrado en la gastronomía y la música su vínculo y su aporte más inmediato a nuestra cultura.

De esta manera, nuestro carro quiere reconocer este aporte de la música y la danza que traen los inmigrantes cuando cruzan las fronteras. Maestra Vida es consciente de este equipaje que es parte del motivo de su propia existencia.

Nuestro carro es una alegoría al transporte público que cruza el continente, que traslada a los que sólo portan un equipaje de sueños y que buscan un lugar donde desplegar sus capacidades.

En la década del cuarenta fue la música campesina mexicana, el bolero y otros géneros, en los cincuenta y sesenta la cumbia colombiana. Todos sonidos que aportaron a nuestra forma de entender la vida. Ahora es el turno de la salsa que se instala como la gran señora que estos inmigrantes han traído de regalo para hacer brillar el ser chilenos… gracias por la rumba y por hacernos rumberos.

(texto leído en la muestra de carro alegórico llamado “Bus-cando América” presentado en la Fiesta de la Primavera Ciudadana y Popular 2010 en Barrio Yungay, convocatoria asumida por Maestra Vida. Queremos agradecer a todos los que participaron en las distintas etapas de su confección y en especial a los artistas y amigos que sin su decidido trabajo y compromiso no hubiese sido posible,  Alejandra y Cristóbal. Además de Pablo, Francisca, Miguel, Bruno, Alexis, Melissa, Esperanza, Antonio, Rodrigo, los músicos que acompañaron arriba del carro. Para todos ellos muchas gracias)   

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