Adelante, adelante… Rumberos y estudiantes.

Quién pudiera encontrar una alianza más excepcional y utópica que identifica a dos segmentos sociales que buscan algo en común… cambiar el mundo.
Porque para los estudiantes es connatural la expectativa de transformar su entorno desde sus habilidades y los rumberos queremos diseminar una manera única de entender la vida, con sabor y candela.
Desde hace un par de años que hemos construido una alianza sorprendente, acaso el antecedente de alguna revolución de nuevo tipo que incorpore en los programas políticos de los futuros profesionales de la ciencias y el arte: la rumba como el puntal de ese mundo mejor para todos, una permanente eclosión de sonido en cada esquina de las ciudades de la patria, sonidos que son reflejo de las esperanzas de millones en todos los rincones de América.
No sería extraño, por lo tanto, que la próxima generación de adultos tenga entre su repertorio de ideas la salsa como el bastión de la felicidad que queremos para todos.
Este martes nos juntamos a celebrar con un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile, encabezados por la directiva de su Federación.

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